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Memoria Histórica Diócesis de Barrancabermeja

Memoria histórica de la Diócesis de Barrancabermeja.

El 02 de abril de 1928 el Papa San Pio XI erige la “Prefectura Apostólica del Rio Magdalena”, dando ejecución de la Bula Domini Gregio Regimini separándola de la Diócesis de Santa Marta, Nueva Pamplona y de Socorro y San Gil, encargando a su gobierno a la compañía de los Padres Jesuitas de la Provincia de Colombia. Nombrando como nuevo Prefecto Apostólico a Monseñor Carlos Hilario Currea, S.J. quien presentó renuncia por motivo de salud a los cuatros años de su nombramiento. Fue nombrado entonces como nuevo Prefecto El Padre Rafael Toro, S.J. quien permaneció hasta el 20 de Mayo de 1947.

Dicha prefectura por medio del decreto de Nuncio Paolo Giobbe el 15 de agosto de 1928 debidamente autorizado por la Bula, estableció la sede de la Prefectura en Barrancabermeja.

El 18 de Abril de 1950 el Papa Pio XII eleva la Prefectura a la categoría de VICARIATO APOSTOLICO DE BARRANCABERMEJA, nombrando como primer Vicario Episcopal El Padre Bernardo Arango Henao, quien es consagrado Obispo el 11 de junio de 1950, autorizándolo para recibir la Consagración Episcopal antes que llegaran las bulas correspondientes.

El Vicariato Apostólico

Con carta fechada el 05 de mayo de 1950, Monseñor Sebastián Baggio, encargado de la Nunciatura Apostólica le comunica al Provincial de los Jesuitas Padre Ramón Aristizaba, que se había elevado la categoría de Vicariato la Prefectura Apostólica del Rio Magdalena, mediante la Bula Apostólica Apostolicis Sub Plumbo Litteris Dominic Gregis, el 18 de abril de 1950, donde recibiría el nombre de Vicario Apostólico de Barrancabermeja. El 08 de mayo de ese mismo año, Monseñor Arango puso en conocimiento de los misioneros Jesuitas la noticia de la erección del Vicariato y su escogencia como Obispo.

La Diócesis

Diez años después de haber sido consagrado el templo del Sagrado Corazón, el 02 de octubre de 1962, los barranqueños fueron sorprendidos por la grata noticia de que el Vicariato Apostólico Monseñor Bernardo Arango Henao había sido elevado a Diócesis mediante la Constitución Apostólica DIVINA CHRISTI VERBA, el 27 de octubre en que se erigió la nueva Diócesis de Barrancabermeja, continuando como Obispo por cerca de 36 años desde 1948 hasta 1983.

Solo hasta comienzos del siguiente año se fijo como fecha de inauguración oficial de la Diócesis el 27 de enero de 1993. El día anterior se realizó la bendición de la nueva residencia Episcopal, que había sido construida frente al Parque Infantil de la ciudad.

Cuando se erigió la Diócesis había 20 parroquias; con 23 sacerdotes diocesanos, 13 religiosos jesuitas, 5 hermanas de la Salle en el colegio Diego Hernández de Gallegos, 110 religiosas Terciarias Capuchinas, de la Presentación Vicentinas, Misioneras de María Inmaculada (Lauritas) de Jesús María, de la Prensa Católica, Hermanas de los Pobres de San Pedro Claver y Misioneras de Santa Rosa de Lima. 

Siendo así, que se termina la etapa de la extensión de la Iglesia por medio de la creación de varias parroquias dentro y fuera de la ciudad, el mejoramiento de los templos, la llegada de comunidades religiosas; donde continua como Obispo Monseñor Arango y se da inicio la Pastoral Social enmarcada a la Iglesia Diocesana, en ámbitos sociales, sindicales y sectores populares.

A finales de 1983, Monseñor Bernardo Arango Henao, S.J. presentó su renuncia ante la Santa Sede y fue nombrado por el Santo Padre Obispo Diocesano Monseñor Juan Francisco Sarasti Jaramillo, de la Congregación de Jesús y María (Eudista), donde tomó posesión del cargo el 03 de Marzo de 1984.  

El 27 de octubre de 1987, al celebrar los 25 años de la creación de la Diócesis, Monseñor Sarasti presentaba el Plan Pastoral que había sido preparado con la participación de sacerdotes, religiosas y agentes de pastoral laicos, quienes realizaron un ejemplar ejercicio de planeación pastoral, para el periodo 1988 – 1992. En el que se resaltaba una acción pastoral profundamente fiel al Evangelio y al hombre, tener en las parroquias la participación de los ministerios y el fortalecimiento de las Vicarías. La renovación integralmente de la vida parroquial, de acuerdo al Directorio Nacional de Pastoral Parroquial, plan abarcado hasta el año 1992.

Luego se proyectó un nuevo plan Pastoral que no se puso en práctica, por el traslado de Monseñor Sarasti cuando el Santo Padre Juan Pablo II le nombró como Arzobispo en Ibagué (Tolima), tomando posesión el 20 de mayo de 1993.

El 11 de diciembre de 1993, en la catedral de Facatativà, era consagrado Monseñor Jaime Prieto Amaya como nuevo Obispo de Barrancabermeja, tomando posesión el 16 de diciembre del mismo año en la Catedral La Inmaculada, luego de ser posesionado como Obispo asumió el lema de Justicia y paz, donde reflejaba el deseo de mantener su línea ministerial, el compromiso de la Evangelización desde la realidad social.     

Su vida Pastoral lo llevó a un énfasis en torno al desarrollo integral humano y a la realidad socio-político con base al Magdalena Medio y sectores de la sociedad civil y de la Iglesia Diocesana. Donde lo lleva a validar el lema Episcopal que intuitivamente había asumido, a la que se crea mediante la Comisión Diocesana de Vida y Paz, el Proyecto Barrancabermeja Región de Paz, la Comisión Cívica de Convivencia Ciudadana y el programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, con el apoyo de la Compañía de Jesús. 

En febrero 2009 Monseñor Jaime Prieto se posesiona como Obispo de la Diócesis de Cúcuta donde duro año y medio por quebrantes de salud y en agosto de 2010 fallece en la ciudad de Bogotá.    

Mientras se designaba nuevo Obispo Titular, el Santo Padre nombra como nuevo Administrador Apostólico de la Diócesis a Monseñor Ignacio Gómez Aristizabal.

Luego de la partida de Monseñor Prieto, toma posesión el 06 de marzo de 2012  como Obispo de la Diócesis Camilo Castrellòn Pizano, dándole continuidad al desarrollo que venía trabajando Prieto Amaya con el proceso de Renovación Diocesana y Evangelización, haciendo énfasis en la Lectio Divina, como método de oración de la palabra de Dios, como camino de una autentica conversión individual y comunitaria.

La pastoral se orientó en Cristo como centro de vida de la iglesia; también se orientó a las parroquias identificarse al buen samaritano a través de: testimonios de solidaridad, la compartición de bienes con los más necesitados, la fomentación de espacios de formación, capacitación y organización en proyectos productivos y de economía solidaria.

Monseñor Castrellòn se dio a la tarea junto al Equipo Diocesano de Animación Pastoral y de Pastoral Social, en la revisión y ejecución de las estructuras y metodologías del PDR/E, donde surgió la necesidad de crear un nuevo Plan Diocesano de Pastoral. Esta fue creada junto con los delegados de las parroquias en las reuniones que se plasmaba en las vicarías y asambleas diocesanas durante los dos últimos años. Lo cual se hacían aportes y revisión, dándole enriquecimiento a los documentos respectivos.

Posteriormente de la salida de Monseñor Camilo Castrellòn, se ordena 8 años después el anuncio de nombramiento de Monseñor Ovidio Giraldo Velásquez el 29 de mayo de 2020, como nuevo Obispo, tomando posesión el 08 de Agosto del mismo año en la Catedral La Inmaculada de Barrancabermeja.

A lo largo del tiempo, se ha venido presentando un proceso de transacción marcado por la situación por el COVID 19 que no había permitido la apertura de las Parroquias a que funcionaran por las restricciones que se había dado por el gobierno nacional, en relación al protocolo de bioseguridad, en la apertura de templos y escasos de aforos para las celebraciones eucarísticas, permitiendo en junio del 2021 solo un límite de capacidad de personas.

En el año 2021 el nuevo Obispo, ha realizado distintos cambios para la mejora de la Pastoral en la designación de párrocos y vicarios parroquiales, así como el nombramiento de nuevos miembros en la organización religiosa.

Por lo tanto, Monseñor Ovidio Velásquez prepara la elaboración de un nuevo Plan Pastoral en el que se formaliza del clero diocesano y de laicos en el Sistema Integral de Nueva Evangelización (SINE). También realiza con pequeñas comunidades retiros del Kerigma con sacerdotes y feligreses de cada parroquia pertenecientes a la organización.  

Información tomada del libro “La Diócesis En Memoria Viva”, escrito por el Padre Jaime Barba Rincón, y del documento escrito por el Padre Luis Camacho, "Del Vicariato Apostólico a la Diócesis de Barrancabermeja".